Me mirás preocupado después de que oir la lista interminable de cosas que tengo que hacer, y decís con el ceño un poco fruncido:
-...Vas a tener que dormir bien el fin de semana.
Y sonrío, y te miro.
Cómo si fuera capaz de renunciar la única luz que la vida me da. Cómo si fuera capaz de aceptar volver a mi casa temprano, cuando bien podría estar explorando tu piel, tu aroma y el hermoso cielo que me encuentro cada vez que nos hallamos juntos. Cómo si descansar me trajera la misma paz que me da tu cuerpo cuando ya es de noche, y solo estamos vos y yo, tu desnuedez y la mía. Cómo si quisiera volver antes de tiempo a la realidad, cuando lo único que deseo cada lunes es que ya sea viernes para acurrucarme en tus brazos y perderme en la irrealidad de nuestra fantasía.
Te amo. No me hagas sufrir: dejame disfrutarte, amarte, besarte, mirarte... Pero no me devuelvas a casa antes porque tengo mañana que estudiar.
Disfrutemos el tiempo, y dejame olvidarme de todo lo malo en tus brazos.
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