Tranquilidad. 
Necesito que me de la luz del sol, que me acaricie con el calor tibio del otoño y que me de paz. 
Necesito sentir el viento, el murmullo de las hojas, y olvidarme de mis problemas, de mi lucha, de mi abstinencia de todo lo que considero prohibido. 
Necesito tranquilidad
Siento la cabeza abarrotada de problemas, de cosas que me hacen mal, de cosas que no quiero conmigo, de cosas que no me dejan vivir o pensar calmadamente. 
La restricción es mala, así como el exceso. Pero con el exceso no soy más feliz. 
Con la restricción, al menos, renace la pequeña posibilidad de que este haciendo algo realmente bueno por mi. Renace la esperanza de que realmente voy a delgazar haciendo lo que hago... 
Pero a ver cuánto me dura la esperanza. 
Porque la experiencia me dice que nada de lo que hago importa.
Y ahí comienza el remolino de preocupaciones... 

Tranquilidad, Omahira, dejate llevar por la inercia de los días. 

2 comentarios:

  1. no tengas esperanza, la esperanza suena a espera, no esperes, actúa, se cada minuto mas ligera que el anterior, es una lucha constante

    Ojala yo hiciera lo que digo :S

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  2. Si realmente quieres algo y te esfuerzas por ello, lo vas a tener. Vas a llegar a tu objetivo. Tal vez no inmediatamente, peor lo vas a hacer.
    Yo también necesito tranquilidad...
    Besitos Hermosa♥

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Son las ideas que caen en mi mente gastada,
que por mis hombros resbalan,
enredadas en mi cabello,
pero no se caen si no que se quedan
en mi pies pegadas,
impidiendo que que me mueva,
que avanze, que salte o que frite.

Son ideas que lastiman, que queman,
pero no puedo vivir sin ellas,
aunque ellas no me dejan vivir.