Si, amor, a mi me pasa lo mismo: nunca nadie me va a entender como vos.
Y es gracioso ver que siempre lo supimos, que siempre lo sentimos,
que siempre fue algo que estuvo ahí.
Siempre supimos que esto iba a ser así:
 mágico, perfecto, simple y nuestro.

Y es por eso que me pregunto: cómo es posible que no haya un Dios que nos maneje? Cómo es posible que hayamos sentido desde siempre eso y que no nos hayamos equivocado nunca?
Sos el amor de mi vida, mi media naranja, y todos los nombres que sirven para nombrar a esa persona que lo es todo y más.
No sos solamente un novio, sos mi amigo, mi amante, mi compañero, mi enfermero, mi abrigo, mi TODO. Nunca podría reemplazarte nadie, y eso lo sé yo, y eso también lo sabes vos.
No te cambiaría nunca por nada en el mundo. Nada es más valioso que vos, que la felicidad en mi mano, que la tranquilidad de amanecer pensando en vos, sabiendo que vos también sentís lo mismo en el mismo momento.
Te amo, y te adoro con todo mi corazón.
Siempre tuya.

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Son las ideas que caen en mi mente gastada,
que por mis hombros resbalan,
enredadas en mi cabello,
pero no se caen si no que se quedan
en mi pies pegadas,
impidiendo que que me mueva,
que avanze, que salte o que frite.

Son ideas que lastiman, que queman,
pero no puedo vivir sin ellas,
aunque ellas no me dejan vivir.