Conclusiones a la que he llegado este año: 
-Nunca planificar absolutamente nada: de lo improvisado puede salir lo mejor, o de lo planificado es de lo que menos recordamos cumplir. 
-Pretender abandonar las vacaciones antes de tirarse a la pileta con una temperatura de 35° es imposible.
-No hacer ejercicio durante 3 días y comer demasiadas harinas provocan estreñimiento. 
-No hay nada mejor que correr bajo la lluvia con la persona que amas corriendo con vos a tu lado. 
-Nada es gratis o sencillo: todo lo que deseas, cuesta, sino, no lo desearías. Acostúmbrate a eso. 

Make a wish, and fight for it. 

Ya se fueron 14 días del año, ya se fue medio mes, y no puedo creer que no haya cumplido con ninguna de las cosas que me había propuesto hasta ahora. Y sí, son metas relacionadas con el peso, por supuesto. Pero, como sea, es una enorme desazón. Hay que ponerse las pilas, hay que concentrarse en lo que se quiere, hay que hacer caso omiso del calor agobiante y hay que tener siempre en cuenta que, después del ejercicio, se viene la ducha fría y reconfortante; no hay que olvidar que si no nos movemos, nadie lo hará por nosotros. 
Cambiemos el rumbo del 2013, que estoy un poco perezosa últimamente. 




Flynn, dónde estás? 

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Son las ideas que caen en mi mente gastada,
que por mis hombros resbalan,
enredadas en mi cabello,
pero no se caen si no que se quedan
en mi pies pegadas,
impidiendo que que me mueva,
que avanze, que salte o que frite.

Son ideas que lastiman, que queman,
pero no puedo vivir sin ellas,
aunque ellas no me dejan vivir.