No sé qué hubiese hecho si no me hubieses besado aquella primera vez. 
Qué hubiera sucedido si es beso, que es el hito más importante en mi vida, no hubiese pasado nunca? 
Me hubiese muerto de decepción, de amor, de terror
porque no habría logrado el sueño más grande de ese momento, 
la meta más inalcanzable de mi vida: 
un beso tuyo.



Fue suave, ligero, delgado como una pluma,
se sintió apenas como un roce
pero me quedó ardiendo en el alma.
Y mientras lo recordaba, 
se me aparecía una sonrisita tonta en el rostro. 



Pensar que tuve que esperar dos días para besarte de nuevo, 
y encima lo hiciste vos, 
porque yo no tenía el valor de hacerlo... 

Qué tonta, ciertamente. 

Y hoy, a 3 años de ese beso, 
siento la misma necesidad de tenerte cerca, 
de poder sentir el perfume de tu boca
y saber que tu rostro se va a inclinar hacía mí para besarme, 
suave, lenta, dulcemente. 



Lo pienso y me emociono. 
Te amo, te extraño, y te quiero besar. 
besarte hasta dejarte sin aliento... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Son las ideas que caen en mi mente gastada,
que por mis hombros resbalan,
enredadas en mi cabello,
pero no se caen si no que se quedan
en mi pies pegadas,
impidiendo que que me mueva,
que avanze, que salte o que frite.

Son ideas que lastiman, que queman,
pero no puedo vivir sin ellas,
aunque ellas no me dejan vivir.